Equívocos: la toga me confunde
Los errores, equivocaciones o simples despistes son parte de la vida. Los artistas, sin ir más lejos, tienen fama de despistados, con eso de que las musas consumen su tiempo y su espacio, y tan pronto pueden confundir el día de un estreno como a quién le habían concedido una entrevista. Una suerte para los agentes, por cierto, siempre que puedan permitírselos. Y también los propios errores protagonizan algunas obras,que hasta Dios comete errores, como le pasó el El cielo puede esperar o El cielo se equivocó.
Nuestro teatro, como todos los ámbitos, no escapa a errores o despistes. Y, aunque no trabajemos en el espectáculo, algunas, como esta humilde toguitaconada, somos tan despistadas como la más pintiparada estrella. Que no se diga. Eso sí, sin agente para que me lleve la agenda, a veces pasa lo que pasa. Y en más de un aprieto me he visto…
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